sábado, 14 de diciembre de 2013

DIA 2: FIRENZE (I): OLTRARNO Y PALAZZO PITTI


Dia 2: Florencia (I). Palazzo Pitti y Oltrarno









Donde comer:

Disfrutando de un buen té antes de empezar la jornada.
Para desayunar, escogimos un barecito entre la catedral y el Ponte Vecchio, exactamente en la vía del Corso, el café "Gli stuzzichini del Corso" . Pequeño, el café y el té era muy decente, no era caro, y aunque no tenía unas vistas preciosas, se notaba el "runrun" y el callejeo de una ciudad italiana. Para quien no quiera gastar 5 o seis euros en un café, es una buena opción. Para el que le sobre el dinero, cualquier café alrededor del Duomo es precioso.

Para comer, en medio de la ruta nos encontramos el "Café Ricchi", en la Piazza del Santo Spirito. Si quieres comer en la terraza, es más caro, pero si entras dentro, puedes comer una ensalada brutal y una pasta por un precio que recuerdo irrisorio. Fue una muy grata sorpresa. La calidad es interpretable, la cantidad es abundante, y la calidad del servicio...relativa.. Pero yo lo recomiendo.



Qué queda pendiente:
Café Ricchi

El Palazzo Pitti es brutalmente grande. Los jardines son extensísimos, y pueden conseguir cansar al mejor de los deportistas. Si a eso le añades las colecciones que se encuentran en su interior, podemos conseguir que esta ruta se nos haga eterna. En el verano del 2013, se vendía la entrada a los jardines, y a la Galleria Palatina por separado. Optamos por los jardines, dejando la Galleria palatina para otra ocasión. Los jardines merecían la pena, y no sé qué decir sobre la Galleria palatina.


El detalle:

Se acepta carnet de profesor como descuento en el Palazzo Pitti, y el de estudiante universitario, siempre que acredites que tus estudios están relacionados con el arte. El carnet de estudiante europeo no vale para nada.

Es necesario tener en cuenta:

La galleria Pitti no es de los sitios más visitados de Florencia, a pesar de que si uno va varios días, es un lugar de visita obligatoria. Eso hace que la gente no suela visitar mucho este sitio, a no ser que sea Lunes, y el resto de museos esté cerrado. Por lo tanto, es una ruta que se puede usar para "ese típico lunes donde todo lo visitable está cerrado". Eso sí, intenta llegar pronto, o tendrás que hacer la típica cola eterna que cansa más que la visita. No hace falta madrugar a las ocho, pero no llegues más allá de las diez, si quieres aprovechar el tiempo. Además, la ruta lo requiere.

La ruta:



Ver mapa más grande

Se hizo muy sencillo llegar hasta el Ponte Vecchio con la moto, viniendo desde la pensión que habíamos cogido. De hecho, no hace falta llegar al mismo Ponte Vecchio, y no lo hicimos, porque tenía ganas de sacar fotos de éste desde el puente colindante, el ponte San Niccolò. 


Desde allí se puede escoger ir a desayunar a la zona del Oltrarno, o desayunar en el barecito recomendado arriba, cerca del Duomo, en la vía del Corso (Gli stuzzichini del corso). Después nos podemos dirigir a la Piazza dei Pitti, donde, como ya he dicho, compramos la entrada combinada donde se pueden ver un par de exposiciones -de cerámica y de algo más- y los jardines.
Inmensos, los jardines. Las vistas son espectaculares. Puedes subir las escaleras para ver la estatua de Neptuno, y ya allí puedes disfrutar de unas preciosas vistas de Florencia que merecen la pena retratar.Pasear por los jardines es delicioso, si hace buen tiempo. Si vais en verano, y hace calor, no se recomienda pasear en las horas del mediodía.
Fuente de Neptuno, en los Jardines dei Bobili








Vistas desde los jardines dei Bobili

Basilica del Santo Spirito
Después del espectacular -y largo- paseo por los jardines dei Bobili, es muy posible que el cuerpo pida comida. Siguiendo la ruta descrita arriba, nos podemos derivar a la Piazza dei Santo Spirito. Allí hay varios restaurantes con terraza -es un lugarcito muy agradable-. Cualquier guía te recomendará alguno. Yo, que no iba muy sobrado de dinero, me acabé decidiendo por un lugar con ciertos sentimientos agridulces: era barato, y se comían unas ensaladas sencillas, pero extensas. Una especie de self service -o no, dependiendo de la simpatía del camarero-: el caffe Ricci.

Después de comer, por la tarde, se puede continuar la ruta hasta San Frediano, pasando por la iglesia de Santa María del Carmine . Nosotros estábamos verdaderamente cansados, pero si alguien está activo, se podría volver a la zona de partida cruzando el río, y visitando la piazza y la iglesia de Santa María la Novella.


Exteriores de Santa María la Novella. Se entra desde un lateral.
No llegué a entrar en la Iglesia de Santa María la Novella. Era de pago, y sobretodo, me encontraba cansado. Sin embargo, por las guías, puedo deducir que es preciosa. Se la presenta como un "impresionante obra maestra del diseño gótico". Se entra desde el lateral, pasando por el cementerio -ahí si que entré, y descansé un ratito, a la sombra. Este cementerio, del siglo XIV, nos recuerda cómo asoló la peste negra toda la ciudad. De hecho, Bocaccio sitúa justo en este sitio el comienzo del Decamerón, donde un grupo de ciudadanos se reúne para huir de la ciudad, y de los terrores de la peste. En el interior de la iglesia nos encontramos con frescos de Ghirlandaio y Masaccio.

A partir de aquí, está en las manos de cada uno decidir lo que hacer. Lo más recomendable sería pasear por el Mercato Centrale, y acercarse a la Iglesia de San Lorenzo, y sus alrededores, casi siempre rodeado de puestos en la calle donde se vende de todo, en especial chaquetas de piel. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario