sábado, 25 de enero de 2014

DIA 3: RUTA DEL CHIANTI: GREVE - CASTELLINA - MONTERIGGIONI - SIENA




Dia 3 : RUTA 222: Greve in chianti - Castellina in chianti - Monteriggioni - Siena - Florencia


Donde comer:

Plaza de Greve in Chianti
Para desayunar, se puede escoger cualquier sitio en la población de Greve in chianti. La placita central es bonita, aunque bastante turística. En ella nos encontraremos las famosas carnicerías de la población (recomiendan en las guías la Macelleria Fallorni, donde se debe comprar prosciutto, queso curado, y tienes degustaciones gratuítas). Quizás merezca la pena comprar pan, y productos típicos, y si hace buen tiempo, hacer un picnic por medio de la ruta, o en cualquier población. Es una manera de ahorrar algo de dinero, de disfrutar de los embutidos y quesos de la zona, y de vivir la naturaleza y los pueblecitos a tope. En ese caso, en Greve hay que comprar productos, y tomar un café con bollería rápido, pues el día es muy largo.
Osteria la Chiacchera. Atención al desnivel, y cómo se soluciona.

Quizás el pueblo más agradable para comer "al aire libre" sería en Monteriggioni. Pequeño, fuera de las murallas quizás haya algún rinconcito donde comer y disfrutar de las vistas. O dentro del mismo pueblecito. Para los que quieran ir de restaurante, Castellina, en medio de la ruta, tiene un montón de restaurantes de todos los precios y niveles. 
Yo , sin embargo, decidí avanzar a comer a Siena, en la Osteria la chiacchera, un sitio original, no muy alejado  del centro, relativamente barato, y con una buena pasta. Yo lo disfruté, tanto por la comida, como por el entorno. Sin embargo, se puede convertir en cena, y optar por hacer la comida en plan picnic. 


Para tomar un helado, nada mejor que la anunciada y archiconocida pasticceria Nannini (Via banchi di sopra, 24). Puedes sentarte, o puedes decidir pedirlo y pasear por las calles de Siena con uno de los mejores helados de Italia en la mano. Bueno, eso dicen de los helados de cada heladería de Italia. ¡En tu mano está juzgarlo! Dicen también que los cafés son espectaculares. Yo, como soy muy del té, no puedo juzgarlo. Sin embargo, en mi última estancia en Siena, una lugareña me digo que, aunque tuviera mucha menos fama, los helados mejores, y más ecológicos, estaban un poquito más abajo, en una moderna heladería llamada "Grom". Tradición, o calidad. 

Otros sitios recomendados para comer en Siena:

Osteria del Castelvecchio (Via Castelvecchio, 65) Antiguas cuadras reformadas. Ambiente informal, platos tradicionales sieneses poco conocidos. Buen menú diario para vegetarianos. Es aconsejable reservar. No la visité.

Trattoria Papei (Piazza del Mercato, 6) Ideal para degustar cocina casera Sienesa como los pappardelle al sugo di cinghiale), o los pici alla cardinale. También tiene carnes a la parrilla.



Qué queda pendiente:

Panzano: Entre Greve y Rada, Panzano in chianti es otro de los sitios que las guías recomiendan visitar, ya que el carnicero Dario Cecchini te ofrece un maravilloso tentempié con vinos, enseñándote su interesante enoteca. Vino y moto no son buenos amigos, y opté por saltarla.

Una noche en Siena: Pasear por Siena es algo en mi opinión sensacional. Pero, como todas las ciudades maravillosas, tienes que sufrir el hecho de que en el mundo hay miles de personas que han pensado lo mismo que tú el mismo día. El turismo invade por las cuatro esquinas de la ciudad. Por eso me volví pensando que disfrutar un paseo en la soledad de las altas horas de la noche, o al amanecer, tiene que ser algo maravilloso, y queda en mi cuenta de cosas pendientes por hacer.

Radda in Chianti: Como he dicho, la posibilidad de hacer una segunda ruta en otro día, se hace bastante necesaria. Quizás una ruta que baje hasta Castellina in Chianti (parando esta vez en Panzano, en vez de parar en Greve) y de ahí, en vez de desviarnos hasta Monteriggioni, coger la carretera que te lleva hasta Radda y Gaiole (visitando la Badia a Coltibuono), una ruta más íntima, e igual de bonita, según la chica de la oficina de Turismo. Tengo apuntados en mis apuntes también la población de "Brulio"...pero no he conseguido saber dónde está. Debí equivocarme al apuntarlo. Si alguien sabe interpretarla, que me lo diga.


El detalle:

Dicen que es mejor llegar a Monteriggioni desde la carretera de la Val d'Elsa, porque la vista es muy bonita. Yo no conseguí llegar desde allí, pero cogí el desvío que hay a la entrada para poder hacer las fotos, y recordar la población de esa manera.

Es necesario tener en cuenta:
Siena desde la torre del Mangia

Siena es, para mí -y aquí soy consciente de que entro en una polémica peligrosa- la ciudad con más encanto de la Toscana. merece la pena verla a fondo. Sus monumentos, sus calles, sus osterías, sus heladerías...me quedé con las ganas de ver más. Y me quedé con las ganas de hacer noche allí. Si alguien está de acuerdo conmigo, debe ser consciente de que hay varias cosas que hacer -visita al duomo, a la torre del duomo, a la torre del mangia, etc - que merece la pena visitar, y reservar o organizar nada más llegar allí. La torre del mangia, por ejemplo, o la del duomo, tienen visita concertada con cierta antelación. Al llegar, por lo tanto, es buena idea ir al ayuntamiento, y al duomo, y ver cómo están los horarios, y cómo organizarse la estancia. 


La ruta:

La salida de Florencia es algo liosa. No es fácil salir del circuito de autopistas, y avenidas, y buscar expresamente la nacional 222 que te lleva a Siena por carretera. Al menos para mí no lo fue. Cuidado. Por un lado tienes la Autovía que te lleva a Siena, luego hay otra carretera que te lleva también, y finalmente está la 222, que es la que pasa por los pueblecitos del Chianti. Ésta es la recomendada, y la única que yo pude hacer. La disfruté, aunque no es hasta Strada in Chianti que uno puede empezar a disfrutar de un ambiente más rural, y con menos tráfico.

El primer pueblo de parada obligatoria es, por lo tanto, Greve in Chianti. Si solo vas a pasear, puedes meterte hasta la misma plaza importante y aparcar la moto dentro.
Greve in Chianti





Como digo, la moto se puede dejar dentro de esta plaza porticada que supone el lugar más agradable y visitable del pueblecito. La visita, por lo tanto, no es muy larga. Desayuno y breve paseo por la placita. Hay un par de callejones en los alrededores bonitos, pero yo no le supe sacar más provecho. Moto y hasta el siguiente pueblo.


A partir de entonces es cuando realmente la ruta se disfruta en su plenitud. Yo tenía dos opciones: ir parándome en cada curva y buscar la foto perfecta, disfrutando de la cámara, o abrirme la chaqueta, hacer brum brum, y disfrutar de la moto. Desgraciadamente para esta página, tomé la segunda elección, y las pocas fotos que hice sólo muestran someramente lo que realmente significa pasear por aquellos entornos relajadamente con una motito en agosto. 










Calle central de Castellina in Chianti
El siguiente pueblo en el que habíamos decidido hacer parada era en Castellina in Chianti. Delicioso. Como todos estos pueblos, peca por su turismo excesivo, pero en este caso el paseo merece la pena. Es un pueblecito alargado con tres calles principales: la mayor, centro de vida, la de arriba, algo más solitaria, y la de abajo (Vie delle volte), que de hecho no es calle sino corredor subterraneo con vistas. Es un antiguo paso de soldado para vigilar la fortaleza. Al ser ésta una de las poblaciones-fortaleza que marcaban la frontera entre las ciudades de Florencia y Siena, debía estar bien defendido. Eso es la principal belleza del pueblo. Merece la pena dedicarle un paseíto tranquilo, y dejarse llevar por las monerías de sus calles.

Entrada a la "Vie delle Volte"




Vie delle Volte


La ruta continúa hasta el tercer y definitivo pueblo, antes de llegar a Siena. Monteriggioni se me hizo el menos interesante de los tres. La ruta hasta llegar allí seguía siendo preciosa, y entraban ganas de dejarse perder por otras carreteras secundarias, a otras poblaciones. De hecho es una ruta que, con seguridad, si se hace en dos o tres días, recorriendo otras sendas, seguro que se puede seguir aprovechando. La tentación de parar a contemplar las vistas aparecían en cada curva, y de hecho, en cada metro de cada curva, que te daba una nueva perspectiva de lo que habías mirado metros antes. 


¡Todos en fila!



Lo más impactante de Monteriggioni, de hecho, son sus vistas desde el exterior, y su muralla, completa por todos lados. Luego ya en el interior, el pueblecito se te queda corto, como si esperaras más público, o más tiendas, o más gente, o más algo. De hecho, el "nucleo medieval", muy pequeñito, no acepta acceso para coches ni motos, dejando un espacio habilitado para aparcar fuera del recinto de la muralla. No me gustó. O a lo mejor es porque es el tercer pueblecito de la ruta, y uno ya anda con ganas de llegar a Siena, la reina de corazones de la ruta, que quizás ya se hacía esperar demasiado. Así que después de pasear un ratito, y hacer las fotos de rigor, merece la pena ir ya hacia Siena.


Monteriggioni


Calles de Monteriggioni


Menu a mano de la Osteria
Nosotros llegamos a Siena con hambre, y como ya hemos dicho, decidimos buscar un sitio barato y agradable. Nos situamos en el semicentro, y el sitio era lo suficiente original y bonito como para que yo saliera contento. La carta, a mano!


El paisaje urbano desde la Osteria es muy sienés.

El paseo por Siena solo se vio estropeado levemente por el alto número de turistas que había por allí. Por eso veo altamente recomendable poder hacer noche allí, cuando ya ha desaparecido mucha gente. Debe ser encantador, pero yo no lo pude hacer. No puede faltar tampoco la visita a la heladería Nannini. A nivel de monumentos, recomendamos, evidentemente, visitar la famosa Piazza dei campo -con la visitable Torre dei Mangia- , y pasear desde ahí hasta el Duomo y dejarse llevar por las calles hasta el Mercato. La ruta que recomendaba nuestra guía era esta , pero lo verdaderamente encantador es dejarse perder por las calles de todo el recinto medieval. Sin embargo, creo que entrar en el duomo, y subir a la Torre del Mangia, y sentarse un poquito en el histórico suelo de la plaza del campo es imprescindible.

Piazza del Campo


Duomo de Siena. 
Escaleras del Bapisterio









Duomo
A aquellos que, como yo, debían hacer noche en Florencia, les aconsejo que ya que se van a perder el espectáculo de la noche sienesa, no se pierdan el espectáculo de la puesta de sol por la toscana. Yo, desgraciadamente, no seguí mi propio consejo, y salí demasiado tarde de Siena. Por lo tanto, solo pude ver un poquito de lo que me había perdido. De esa manera opté coger por la autovía, y llegar pronto a Florencia. Aconsejo a los que quieran disfrutar de nuevo el paseo por carretera qeu salgan con suficiente tiempo como para poder tener en los campos la luz dorada del atardecer, la "golden hour" que dicen los fotógrafos tener minutos antes de la puesta de sol. El paisaje se debe vestir de gala en esos momentos. Yo solo pude fotografiar los restos del banquete.


Antes del anochecer. En la Toscana.

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